Este pasado domingo, España hizo historia al alzarse por cuarta vez con el título de la Eurocopa. La victoria frente a Inglaterra, con goles de de Nico Williams y Mikel Oyarzabal, coronó de nuevo a la Roja doce años después, con los jugadores estallando de júbilo y reuniéndose al fin con los suyos. Ayer. tras el excepcional rendimiento durante todo el torneo, tocaba celebrar la hazaña con la afición. Las calles de Madrid y, en especial, la plaza de Cibeles, acogieron los festejos una vez finalizados los encuentros institucionales en Zarzuela y Moncloa. El ambiente festivo dejó más de una anécdota. Entre ellas, la confesión de Álvaro Morata sobre el motivo por el que su mujer, Alice Campello, le riñe en la intimidad.
El centro de la capital sirvió para que la selección española se reencontrase con la afición tras un mes intachable en Alemania, donde ha tenido lugar el campeonato europeo y de donde han vuelto sin haber perdido un solo partido, lo que también marca un récord en la competición. Tras celebrarlo con los seguidores desplazados a Berlín, y con sus propias familias y amigos en el terreno de juego una vez finalizó el encuentro frente al equipo inglés, los jugadores elegidos por el entrenador, Luis de la Fuente, ponían rumbo ayer al mediodía a España.
Por delante, una larga jornada, con actos junto a la casa real y el presidente del Gobierno para presentarles la copa. Y tras todo ello, de vuelta al autobús descubierto con el que recorrieron la distancia existente entre el palacio de la Moncloa y la plaza de Cibeles dándose un absoluto baño de masas. Una vez en el escenario, se desató la fiesta: actuaciones musicales a cargo de Aitana, Almácor e Isabel Aaiún. Pero sobre todo, una ronda de presentación de los veintiséis futbolistas convocados (a los que se sumó Gavi) para la Eurocopa que alcanzó cotas de humor y surrealismo delirantes.
Todo ello, con el primer capitán del combinado nacional, Álvaro Morata, como maestro improvisado de ceremonias. Entregado y afónico a partes iguales, el hasta ahora delantero del Atlético de Madrid fue nombrando a cada uno de sus compañeros para que subiesen al escenario, haciendo un sentido discurso inicial y dedicatorias personalizadas a cada uno de ellos, pidiendo a la afición aplausos y que coreasen junto a él. Además, el futbolista hizo una confesión, a cuenta de la emoción del momento: ''No quiero llorar, que Alice me regaña', desveló sobre el escenario.
Unas palabras que, en cierta manera, tuvieron réplica de su mujer. La influencer y empresaria italiana vivió la noche de festejos de ayer desde casa, con Alessandro, Leonardo, Edoardo y Bella, los cuatro hijos del matrimonio. Y reconoció estar pasándoselo "increíble" al "descubrir talentos" de su marido como presentador improvisado del espectáculo. Y unas horas antes, poco después de llegar a su domicilio de Madrid, fue ella la que acabó vertiendo algunas lágrimas. Alice publicaba, durante las celebraciones, una imagen con el rostro lloroso. "Demasiadas emociones juntas", reconocía la veneciana, agradeciendo los mensajes y muestras de apoyo.