Tamara Falcó e Iñigo Onieva ya han comenzado a disfrutar de su impresionante viaje a Las Seychelles y lo cierto es que no están regalando grandes momentazos. Ahora que celebran su primer aniversario de boda, la pareja no ha escatimado en gastos para regalarse unas vacaciones de lujo, demostrando así que viven en una continua luna de miel.
A pesar de que el viaje comenzaba con un pequeño susto, ya que según contaba Falcó se habían olvidado algo y casi no consiguen llegar al avión, finalmente todo ha salido a las mil maravillas.
Es más, Onieva iba muy bien equipado con unos buenos bocatas de jamón para amenizar el vuelo. "Esto es pan de cristal, jamoncito de Cinco Jotas, tumaca, aceite marqués de Griñón y sal", describía Onieva el manjar culinario del que han podido disfrutar.
Después de muchas horas, y tal y como ha anunciado la propia Tamara Falcó en sus redes sociales, por fin han llegado a Las Seychelles. Así, lo primero que han hecho nada más aterrizar es darse un paseíto en helicóptero hasta el lujoso hotel donde pasarán estos días
"Después de un largo viaje, por fin llegamos a Raffles Seychelles, nuestro maravilloso hotel para los próximos días", ha presumido muy emocionada la marquesa de Griñón.
Tamara e Iñigo se alojarán en un lujoso hotel, de unos 1.000 euros la noche, y que ofrece toda clase actividades para conocer y disfrutar la zona: desde buceo, a visitas a un santuario de tortugas gigantes o incluso clases de cocina criolla.
Ha sido esta última opción por la que se ha decantado la feliz pareja, tal y como muestran en sus redes sociales. En medio de un paisaje de ensueño, la parejita ha cocinado una ensalada elaboradora con productos de la zona, pollo al curry y boniato en leche de coco.
Delicias que después han podido probar, tal y como muestra la hija de Isabel Preysler, a la que vemos muy sonriente y relajada. Y no es para menos, ya que la aventura solo acaba de empezar.
Aunque, pese a estar de vacaciones, parece que Iñigo Onieva no descansa ni siquiera en Las Seychelles. De ese modo, podemos ver que el empresario se ha montado la mejor oficina desde la terraza del hotel, donde ha atendido varias reuniones online.
Algo, que ha amenizado poco después con un paseo en barco que les ha permitido conocer más de cerca la fauna marina. Y, por supuesto, Onieva también encuentra tiempo para salir a correr y conocer mejor el entorno. En concreto, y según ha subido a sus stories, ha recorrido nada menos que 12 kilómetros.
Reto, en el que no le ha acompañado Tamara, quien seguramente se habrá quedado descansando en el hotel o disfrutando de las maravillosas playas a la que tienen acceso. Un entorno paradisíaco con el que nos seguirán deleitando a lo largo de estos días, donde predominan las aguas turquesas, el sol y la vegetación más salvaje.