Son el claro estereotipo de actores revelación. Miguel Herrán ganó el Goya en esta categoría por ‘A cambio de nada’, la ópera prima de Daniel Guzmán. Luego llegaron ‘Élite’ y ‘La casa de papel’ para confirmar que este jovencísimo nuevo talento había entrado en la industria para quedarse. Un camino similar tuvo su novia, Sandra Escacena, que también optó al mismo galardón por su debut en el cine con ‘Verónica’, la cinta de terror dirigida por Paco Plaza.
Dos ídolos ‘teen’ a los que el destino unió. En un principio, a pesar del impulso que da Instagram por contarlo todo, ambos decidieron mantener su relación en secreto. Sin embargo, esta cuarentena ha provocado que el actor cambie de opinión y declare su amor públicamente a su novia, protagonista de su último post en esta red social.
“Es muy difícil sin ella”, ha escrito junto al emoji de un corazón. Con estas palabras, el actor que da vida a Río en la popular ficción de atracos se refiere a la distancia física que ha provocado la cuarentena. Una etapa sin salir de casa que están pasando separados el uno del otro. Ante estas palabras de amor infinito a la que han reaccionado compañeras de profesión como Paula Echevarría o María Pedraza, Escacena ha respondido con un sentido “te echo de menos, amor”.
Esta foto, que ya supera los tres millones de ‘likes’ en apenas unos días, es el primer posado oficial de este parejón vip. Hasta ahora ambos habían intentado no hacer referencia a lo suyo en su feed. Pero parece que las cosas han cambiado. Hace meses se filtró que Miguel Herrán y Sandra Escacena habían iniciado una relación sentimental. De hecho, fue él quien quiso compartir con la prensa el apoyo que había recibido por parte de ella para aprender a gestionar su popularidad.
“Mi novia me está animando a que haga más este tipo de cosas”, desveló en una entrevista para la revista GQ. Unas palabras que pronunció después de compartir la cara B de la fama extrema que le ha traído su trabajo en ficción. Lo hacía con un vídeo en el que se mostraba “sin filtros, sin edulcorante y sin mentiras”, llorando y negándose a alimentar su ego con “está máquina de mentir que es Instagram”.
Otra de sus críticas hacia las consecuencias que trae su trabajo público fue dirigida a los paparazzis. Esta vez en sus stories, Miguel Herrán grabó a un fotógrafo mientras le tomaba unas instantáneas en plena calle. "Ojalá algún día dejes de vivir a costa de las vidas de los demás”, le espetó muy enfadado.