Entre aplausos y ovaciones. Así reaparecía Tamara Falcó ante los medios de comunicación tras los últimos acontecimientos. Su presencia en el Teatro Real de Madrid generó una gran expectación mediática. Todos querían saber cómo se encontraba la hija de Isabel Preysler tras enterarse que su pareja le había sido infiel en un festival al que asistió dos semanas antes de hincar la rodilla. Y la marquesa de Griñón, muy serena y convencida con la irrevocable decisión que había tomado, dio titular tras titular.
Han sido días “muy complicados”, de un constante ir y venir de informaciones, de filtraciones de nuevas posibles deslealtades, de comunicados y de declaraciones públicas del entorno cercano. Y este martes, horas después de bloquear al que era su prometido en Instagram, la aristócrata oficializaba la ruptura: le llamaba por primera vez “exnovio” y calificaba de “imposible” la reconciliación.
Las primeras declaraciones de Falcó llegaban vía telefónica en Sálvame. La socialité hablaba con Jorge Javier Vázquez pocos minutos antes de llegar al photocall en el que se enfrentaría a la rueda de prensa más improvisada y dolorosa de su vida. Y, además de agradecer al magazine su trabajo de investigación, confesaba que respiraba aliviada porque estos vídeos habían visto la luz antes de pasar por el altar.
“Imagínate para mí lo que es el matrimonio, que es una promesa de amor eterno, y ya no te digo de familia... Estoy contenta de que haya salido ahora”, veía el lado positivo de esta humillación pública Tamara, que cree que “habría sido terrible si todas estas noticias hubieran salido estando casada o, peor, ya con familia”.
De esta forma, desmentía de una vez por todas, tal y como apuntaban algunas voces, que era conocedora de los flirteos de su pareja. “Si hubiera sabido un poquito de todo esto, no habríamos llegado hasta este punto”, reivindica la socialité, que nunca tuvo problema con los gustos y la vida social de su pareja, ya que cree que “la libertad y la confianza” son la base de una relación. No obstante, él se saltó unos límites que no estaría dispuesta a olvidar y perdonar.
La hermana de Enrique Iglesias explicaba que había decidido hablar para cortar de forma tajante los rumores que decían que ella era conocedora de su realidad, y que no lo volverá a hacer por el cariño que ha tenido a su expareja, de quien acaba de descubrir una cara que desconocía y de la que ya le habían advertido algunas personas.
“El Íñigo con el que yo me he prometido no tiene nada que ver”, aseveraba la hija de Carlos Falcó, que creía ciegamente a su chico: “El viernes por la noche él empezó a decir: ‘Puede que sea verdad’. Yo le dije: ‘Que sepas que me da igual si han sido seis segundos o un nanosegundo, si es verdad esto se ha acabado”. Dicho y hecho. Tamara rompía con su chico tras enterarse de la verdad, le devolvía su anillo de pedida y se refugiaba en casa de su madre, Isabel Preysler, que está dando a su hija sus mejores consejos en estos momentos tan complicados: "Creo que fue ella quien filtró los vídeos", bromeaba.