Mario Casas parece que podría volver al club de los solteros de oro de nuestro país. El actor siempre ha sido muy discreto en cuanto a su vida sentimental se refiere y es un ámbito que siempre ha tratado con mucha discreción. Desde que comenzara su popularidad en el cine, el atractivo del actor siempre ha sido uno de sus puntos fuertes para interpretar papeles de galán -como le ocurrió en A 3 metros sobre el cielo, la película que protagonizó junto a su expareja, María Valverde-. Sin embargo, no ha sido el único corazón que ha conquistado. El último ha sido el de la actriz mexicana, Eiza González, con quien parece haber puesto punto y final a su idilio.
Si por algo es conocido Casas, además de por sus impecables papeles en la gran pantalla, en donde incluso logró un premio Goya a mejor actor protagonista, es por su condición como ídolo de masas y sex symbol. Sin embargo, su carrera como actor despegó con más fuera al interpretar a 'Hache', el protagonista de Tengo ganas de ti, dirigida por Fernando González Molina. Su papel de chico rebelde conquistó y rompió muchos corazones, pues en ese momento mantenía una relación sentimental con su compañera de reparto, María Valverde. Sin embargo, su relación llegaba a su fin cuatro años después.
Desde entonces, la lista sentimental del actor no ha parado de crecer: desde Berta Vázquez, con quien trabajó en Palmeras en la Nieve, o con Blanca Suárez, su compañera de reparto en El Barco, entre otras. A pesar de terminar sendas relaciones, Casas siempre ha presumido de tener una buena relación con ellas. De hecho, el pasado agosto otra de sus exparejas, Debora François le acompañaba a la premiere de Mi soledad tiene alas, el filme que dirigió Mario y que protagonizó su hermano, Óscar Casas.
Días después de estrenar este proyecto tan ambicioso para los hermanos, Mario lo celebraba por todo lo alto en la ciudad de las ruinas (y del amor), Roma. Sin embargo, no estuvo solo, si no que lo acompañó Eiza González. Una investigación que recopiló a través de Instagram la cuenta @lacuernis. En las instantáneas se apreciaba a ambos en actitud cómplice y cercana. Entre risas y bromas, grabándose entre ellos, los dos visten de negro y con gafas de sol. Además, días después salía a la luz que, al más puro estilo A tres metros sobre el cielo, se habían tatuado respectivamente sus iniciales.
Cuando parecía que la vida sentimental del actor español estaba ocupada y ya tenía un nombre, ahora ha salido a la luz un revelador gesto de la actriz mexicana con el que podría haber confirmado su ruptura con Casas y es que González le ha dejado de seguir en su cuenta de Instagram. Un gesto que, en el siglo XXI, hace pensar que sus vidas sentimentales han tomado rumbos por separado.