La vida privada de Isabel Díaz Ayuso generaba un enorme interés en la prensa desde el primer día que empezó a gobernar la Comunidad de Madrid. No tardamos en conocer que compartía vida con Jairo Alonso, un peluquero que habría enfocado su carrera como responsable de una cadena de hostelería. En la actualidad, después de varios días de polémica en los que se vio al empresario esquiando por la capital mientras la política rogaba a la población que se quedara en casa por el temporal, saltaba la noticia de que ambos habían puesto punto y final a su relación meses antes. Tras una semana de silencio por ambas partes, la presidenta de la capital ha explicado cómo se encuentra tras la ruptura.
Isabel ha confesado que ahora está enfocada en su trabajo, tanto en la gestión del coronavirus como en resolver el desastre que ha ocasionado la nevada en su paso por Madrid. “Estoy bien, muy centrada en la pandemia y la nieve, de modo que no he tenido ocasión de asumir el momento”, explicaba al diario ABC, donde ha reconocido lo doloroso que ha sido hacer frente al fin de su relación. “Fácil no es, pero guardamos una gran amistad y desde hace bastante tiempo. Lo hemos pasado muy bien”, añadía.
Su separación, según señala el mismo periódico, no vendría a causa de terceras personas, sino a problemas derivados a la constante dedicación que le requiere su trabajo a la presidenta madrileña. Otros medios como Jaleos, añaden que otros de los motivos principales habrían sido el desgaste y los altibajos de la relación. Jairo, que residía en el barrio de Chamberí junto a la política, ya se ha mudado a otro inmueble y hacen vidas por separado.
Diaz Ayuso y el estilista se conocieron en la adolescencia, cuando ambos acudían cada verano a Sotillo de la Adrada, pueblo de Ávila, junto a sus familias. Pese a todo, su historia de amor no tendría su punto de inicio hasta su posterior reencuentro años después y tras divorciarse de su primer marido, cuya identidad sigue siendo una incógnita. Fuentes cercanas al peluquero lo definían en Vanitatis como alguien “empático, seductor, extrovertido, con don de gentes y una mirada muy atrayente”.
Con el transcurso del tiempo, la política se habría llegado a plantear incluso formar una familia junto al estilista. “Siempre he querido ser madre y buscar el momento”, expresaba sus deseos de estrenarse en la maternidad en una entrevista, donde afirmaba que junto a él había conseguido una estabilidad y tranquilidad para llegar a “planteárselo seriamente”. “Él va a hacer mucho de padre y madre, me da a mí”, reconocía a causa de su responsabilidad.
Desde entonces, Alonso ha estado siempre al lado de la que era su novia, llegando a copar titulares y a protagonizar alguna que otra polémica por defenderla públicamente y atacar a sus adversarios políticos. Por su parte, ella ha hablado en muy pocas ocasiones de él en las entrevistas y siempre lo quiso mantener alejado del foco mediático. “Prefiero no exponerle, siempre separo la vida laboral de lo personal”. A pesar de todo lo ocurrido entre ellos, siguen manteniendo esa amistad que forjaron cuando eran unos adolescentes.